La Comisión Europea ha pedido a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) que trabaje con las partes implicadas (agricultores, industriales, ONG,…) en nuevas líneas directrices para la protección de las abejas contra los riesgos ligados a los pesticidas. Cuatro ONG que participan en las discusiones han manifestado su preocupación por la orientación de los debates.
Este trabajo debería concluir en marzo para que en el verano pueda presentarse una propuesta de revisión del documento de orientación de la AESA de 2013 sobre esta cuestión, tras la negativa de los Estados miembros de la UE a aplicarlo en su totalidad.
En una carta dirigida a principios de febrero a la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, y al vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, las organizaciones Beelife, Pollinis, Apimondia y PAN Europe critican abiertamente el método aplicado por la AESA para fijar los objetivos de protección de las abejas domésticas.
Apuntan que este enfoque se basa en el uso del modelo Beehave, “demasiado simplificado”, que no ha sido aprobado por la comunidad científica o apícola y que está cofinanciado por Syngenta.
Por ejemplo, señalan, los datos para definir la variabilidad normal del tamaño de una colonia proceden del medio agrícola, donde se utilizan pesticidas. “Esto no es científico. Si queremos proteger a las abejas tenemos que definir cuál es la variabilidad normal de una colonia ubicada en un entorno virgen”.
Los autores de la carta llaman también la atención de los comisarios europeos sobre los abejorros y las abejas solitarias, que apenas se tienen en cuenta.
Las cuatro ONG preferirían esperar a que esté listo el modelo ApisRAM, que la AESA está ultimando. “Somos muy conscientes -dicen- de que la búsqueda de una alternativa mejor y más científica podría suponer retrasos, pero consideramos que es el precio a pagar por una evaluación de los riesgos más adecuada”.