La Unió de Llauradors ha detectado los primeros casos de envenenamiento de abejas durante este año como consecuencia del uso de plaguicidas en la floración de los frutales, que se suele aplicar durante estas fechas.
Según la organización, uno de los sucesos ha ocurrido en la localidad de Cheste (Hoya de Buñol), donde un apicultor se ha encontrado a la mayor parte de sus abejas muertas y colmenas sin prácticamente actividad; estaban instaladas muy cerca de una plantación de frutales. El afectado ha interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil y el Seprona está investigando el caso.
Ante este suceso, la Unió ha señalado que es posible compatibilizar la actividad agrícola y la apicultura, pero que hay que extremar las precauciones. «Sobre todo a la hora de aplicar aquellos fitosanitarios y plaguicidas permitidos en época de floración», ha apuntado.
En este sentido, la organización ha recordado que la Conselleria de Agricultura de la Comunidad Valenciana emite continuos avisos a los agricultores para que no empleen productos fitosanitarios peligrosos durante la floración, y ha apuntado que «sería deseable evitar su uso durante esas fechas tan sensibles para las abejas».
Función vital
La Unió de Llauradors ha destacado la importancia de las abejas ya que la viabilidad del 70% de los principales cultivos depende de la polinización por insectos, fundamentalmente los frutos secos y algunas producciones de frutas y hortalizas. «A pesar de que es una actividad que pasa desapercibida, su función es vital para que se pueda alimentar la población».
Por último, ha resaltado que conoce casos de apicultores valencianos que trasladan sus colmenas a Comunidades Autónomas como Cataluña o Extremadura para polinizar almendros, melocotoneros y otros frutales. En este sentido, ha explicado que los agricultores avisan si van a fumigar para poder retirar las abejas o realizan la fumigación por la noche cuando las abejas no tienen actividad.