El coste de producción de aceite de oliva en España oscila entre los 2,81 euros por kilo del olivar en seto de regadío hasta los 4,61 euros por kilo del olivar de montaña. Así lo confirma un estudio presentado por la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) con datos actualizados de 2023.
AEMO ha calculado los costes totales, no sólo de explotación para la obtención de aceite de oliva en los distintos escenarios de cultivo, sino también incluyendo la renta de la tierra y los costes de amortización de la plantación.
El cálculo de los costes de producción del aceite incluye la renta de la tierra y los costes de amortización
En consecuencia, el texto constata que producir un kilo de aceite de oliva en España va desde los 2,81 euros por kilo del olivar en seto de regadío y los 4,61 euros por kilo del olivar de montaña, pasando por los 3-4 euros en olivares tradicionales de baja pendiente, según sean de regadío o secano.
La Asociación ha destacado los «altos costes propios de un cultivo leñoso como el olivar» en un contexto en el que se está produciendo «una bajada demasiado acelerada de los precios del aceite en origen, que no debería nunca desembocar en los precios finales de hace pocas campañas y que se situaron por debajo de estos altos costes».
Conclusiones del estudio
Entre las conclusiones más relevantes del estudio, según AEMO, señalan que los costes de explotación del cultivo del olivo y de la obtención derivada de un kilogramo de aceite son, en general, altos si se comparan con los precios que marca el producto en origen promedio de las últimas 10 campañas.
Los costes de explotación del cultivo del olivo y de la obtención derivada de un kilogramo de aceite son, en general, altos
Además, existen diferencias significativas en los costes de producción entre los distintos sistemas de cultivo, resultando, como era de esperar, los sistemas intensivo y superintensivo los más ajustados debido a que su mecanización optimiza la producción.
Por último, la subida de costes unitarios en la campaña 2023, respecto al último estudio publicado en 2020, han sido de 9% salariales, 71% inputs agrarios (fertilizantes, fitosanitarios, etc) y 39% la energía. Todo esto supone una subida de costes medios de explotación, en sólo tres años, superior al 32%.
