Los últimos datos sobre el mercado del aceite de oliva publicados por la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios) confirman, como se había anunciado, la recuperación de las ventas en mayo después de la caída registrada en abril. En mayo se comercializaron 122.100 toneladas. Si se mantiene este ritmo en lo que queda de campaña, se llegará al final de la misma con un stock técnicamente cero.
El volumen comercializado en los ocho primeros meses de la campaña (octubre 2016-mayo 2017) asciende a 988.200 toneladas, lo que supone un aumento del 9,2% respecto al mismo período de la anterior. El incremento se debe a las exportaciones, que sumaban hasta finales de mayo un total de 654.100 toneladas, un 20,3% más que en la campaña pasada. Por su parte, las ventas en el mercado nacional han disminuido el 7,5% y se situaban en 334.100 toneladas.
En cuanto a las existencias, a 31 de mayo eran de 689.600 toneladas. De mantenerse la media mensual de ventas (que ronda las 123.500 toneladas), se llegará a finales de septiembre con algo menos de 200.000 toneladas y habría que cubrir la demanda de octubre y hasta que haya aceite disponible en noviembre.
