Tras reunirse a lo largo de la semana con los distintos agentes de la cadena del aceite de oliva, el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha anunciado las medidas a corto, medio y largo plazo en las que trabajar para afrontar las dificultades de este sector, “sumido en un desajuste estructural entre la oferta y la demanda, que ha llevado a una crisis de precios y una pérdida de rentabilidad, de la que el olivar tradicional es el más afectado”.
El ministro ha presentado en total diez medidas que tienen que ver con la regulación de la oferta; la calidad, la trazabilidad y el etiquetad; la promoción y la futura PAC.
En lo que respecta a la regulación, se pondría en marcha un sistema de autorregulación voluntaria por parte de las cooperativas para inmovilizar hasta el 10% de su producción en las campañas con disponibilidades muy elevadas. También se trabajará en una norma de calidad para fomentar la cosecha temprana, lo que influye en una menor producción (aunque supone al mismo tiempo una mejora de la calidad), así como en una norma de comercialización que permita inmovilizar parte del aceite durante un periodo de tiempo determinado.
El ministro ha apostado, por otro lado, por diferenciar claramente la producción obtenida del olivar tradicional de la procedente de otros sistemas más intensivos, lo que se lograría a través de una nueva norma de etiquetado. Anunció asimismo que ya está en tramitación una nueva norma de calidad dirigida a mejorar la calidad del producto y su trazabilidad así como a reforzar su control. Por último, anunció un aumento de la dotación presupuestaria para promoción tanto en otros países de la UE como en países terceros.
Por otra parte, en la reforma de la PAC que se negocia actualmente pueden introducirse medidas específicas en apoyo del olivar, como una diferenciación del olivar tradicional en el marco del pago básico o ayudas a través de los nuevos eco-esquemas. También planteó el ministro la posibilidad de establecer un programa específico para el olivar, como los que existen para frutas y hortalizas y para vino, el fomento del olivar ecológico y el apoyo a la reestructuración del olivar tradicional para reducir los costes de producción.
Salvo las actuaciones que tienen que ver con la revisión de la PAC, las demás deberían ponerse en marcha enseguida, a ser posible antes de que comience la campaña 2020/21, el próximo 1 de octubre. Para ello el ministro pidió la “corresponsabilidad” de todo el sector y de las administraciones autonómicas.
