Desde que comenzó la actual campaña de aceite de oliva, en octubre de 2018, y hasta finales del pasado mes de mayo se comercializaron 1,021 millones de toneladas de este producto, de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Agricultura. Esa cifra supone un incremento del 17,2% respecto al mismo período de la campaña anterior y del 10,3% si se compara con la media de las cuatro últimas.
La caída de los precios del aceite de oliva registrada en España casi desde el principio de la campaña (y que ahora parece haberse frenado, anotando incluso subidas) podría ser uno de los motivos de esta mejora de las ventas, que se observa tanto en las realizadas en el mercado nacional como en el exterior.
Hasta finales de mayo las exportaciones alcanzaron las 648.000 toneladas (+19,6% respecto a la campaña anterior y +11,2% respecto a la media de las cuatro últimas) mientras que las ventas en el mercado nacional llegaron a las 373.200 toneladas (+13,2% y +8,7%, respectivamente).
Producción récord
En lo que respecta a la producción, tras sumar un pequeño resto de 2.800 toneladas en mayo, el total, que puede considerarse prácticamente como definitivo, asciende a 1.785.900 toneladas, un volumen récord, que supera al que se alcanzó en la campaña 2013/14 (1.781.000 toneladas).
En cuanto a las existencias a finales de mayo, ascendían a 1,24 millones de toneladas, un volumen sensiblemente más elevado que el registrado en los últimos años a estas alturas de la campaña.
Ese volumen cubrirá la demanda interna de los cuatro meses que quedan de la actual campaña y hasta que empiece a haber aceite de nueva cosecha en octubre y noviembre pero, además, habrá que ver si finalmente se produce un aumento aún más significativo en las ventas al exterior una vez que otros países productores que han tenido una producción corta en la presente campaña agotan sus existencias. El sector confía en que así sea y que ello se vea reflejado en los precios. También tendrán su impacto en las cotizaciones las perspectivas de producción que se vayan dibujando de cara a la próxima campaña.