Mientras que la UE y Australia se preparan para su 14ª ronda de negociaciones comerciales en Canberra (Australia) del 6 al 10 de febrero, con vistas a concluir un acuerdo de libre comercio durante 2023, ocho Estados miembros (Francia, Bélgica, Irlanda, Grecia, Polonia, Rumanía, Eslovenia y Eslovaquia) han pedido que se condicionen ciertas preferencias arancelarias al respecto de normas específicas de sostenibilidad.
Esta petición se planteó en una nota presentada durante el Comité Especial de Agricultura el 23 de enero. Solicitan que se incluya un capítulo sobre un «sistema alimentario sostenible» que condicione la concesión de preferencias arancelarias a la carne de vacuno y ovino australiana (productos sensibles para los europeos) al cumplimiento de un requisito de sostenibilidad para la agricultura de pastoreo.
Una propuesta que contribuirá a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la ganadería australiana mediante la captura de carbono y tendrá otros beneficios medioambientales (limitar la erosión de los suelos, regular los flujos de agua, filtrar los contaminantes minerales y orgánicos, preservar la flora, la fauna y la biodiversidad microbiana), explica la nota.
Los firmantes piden un acceso preferencial del azúcar australiano en la UE sólo para los productos de caña sostenibles y ecológicos
Este planteamiento se ha aplicado por primera vez en el acuerdo comercial firmado entre la UE y Nueva Zelanda, que condiciona las preferencias comerciales sobre la carne de vacuno únicamente a la carne de vacuno de alta calidad alimentada con hierba, cuya sostenibilidad es superior a la obtenida en cebaderos.
Por otro lado, los firmantes piden un acceso preferencial del azúcar australiano (décimo productor mundial) en la UE sólo para los productos de caña sostenibles y ecológicos.
Los ocho Estados miembros han solicitado a la Comisión Europea que incorpore estas propuestas a la próxima oferta de acceso a mercado que probablemente presente la UE en la ronda que se celebrará en Bruselas en torno al mes de marzo. Sin embargo, Australia ya ha indicado que no aceptará cualquier acuerdo y se muestra poco favorable a seguir el ejemplo del acuerdo con Nueva Zelanda.