Los Estados miembros de la UE han dado su respaldo a las propuestas de la Comisión Europea dirigidas a mejorar y completar la información sobre los precios de los productos agrarios y alimentarios a lo largo de la cadena alimentaria. Se trata, principalmente, de mejorar la transparencia en las fases de transformación y comercio minorista, que son las que menos datos proporcionan.
Una vez que cuenta con el visto bueno de los Estados miembros, la Comisión adoptará formalmente las medidas, que serán de aplicación a partir del 1 de enero de 2021. Desde esa fecha se podrá hacer un seguimiento de cómo evoluciona el precio de un producto desde el agricultor hasta el punto de venta final. Los sectores a los que se aplicarán son los de la carne, los productos lácteos, el vino, los cereales, las oleaginosas, las proteaginosas, las frutas y hortalizas, el aceite de oliva y el azúcar.
Según la Comisión Europea, actualmente se dispone de una cantidad significativa de información relativa a los mercados agrícolas (por ejemplo, precios de producción y de consumo, volúmenes de producción y comercio, etc.) pero hay pocos datos relativos a algunas fases intermedias de la cadena, como la de transformación de alimentos o la venta minorista. Esto crea, añade, «una asimetría de información entre los agricultores y otros agentes de la cadena de suministro alimentario y puede colocar a los primeros en una situación de clara desventaja al hacer negocios con los segundos».
«Esa mayor transparencia -subraya- permitirá a los distintos agentes tomar decisiones con mayor conocimiento de causa y mejorar la comprensión de la formación de los precios y el desarrollo de tendencias a lo largo de la cadena alimentaria. También puede sustentar mejores decisiones empresariales, incluida una mejor gestión del riesgo, y mejorar la confianza».
El comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, ha recordado que las nuevas normas, «complementadas por la Directiva que prohíbe las prácticas comerciales desleales, recientemente adoptada, y por las mejoras introducidas en 2017 en la legislación en materia de organizaciones de productores, reforzarán el papel de los agricultores en la cadena de suministro alimentario, un objetivo clave para la Comisión».