«El efecto de los acuerdos comerciales internacionales sobre la agricultura y el sector agroalimentario europeo es globalmente positivo», declaró el comisario Phil Hogan tras presentar a los ministros de Agricultura de la UE el estudio sobre los efectos acumulados de doce futuros acuerdos comerciales en el sector agroalimentario.
Dicho estudio ve ventajas significativas para los sectores lácteo y de carne de porcino mientras que hay puntos débiles en el caso de la carne de vacuno y el arroz.
El estudio se centra en evaluar los efectos derivados de la liberalización recíproca de los aranceles de importación entre la UE y los socios comerciales. Entre los doce acuerdos considerados figuran los firmados con Canadá y Vietnam, que aún no se han aplicado, y los que se negocian con Estados Unidos, Mercosur o Japón.
En general, concluye que los efectos de esos acuerdos para el sector agroalimentario comunitario son positivos. Refiriéndose a sectores concretos, subraya que de ellos pueden derivarse ventajas significativas para los sectores lácteo y de carne de porcino, que tienen ante sí «inmensas posibilidades de exportación», según Bruselas, por lo que «negociará con determinación con el fin de eliminar aranceles y barreras».
Por el contrario, según la Comisión, se detectan puntos débiles en el caso de la carne de vacuno y el arroz, tanto desde el punto de vista de los efectos comerciales como del descenso de los precios de producción. A la vista de ello, los «resultados del estudio confirman que el enfoque actual de la UE de limitar la liberalización de las importaciones de productos agrícolas sensibles en todas las negociaciones comerciales es la correcta».
Con este estudio se da respuesta, según el comisario de Agricultura, a las preocupaciones de algunos Estados miembros y de ciertos sectores por el efecto acumulado de los acuerdos comerciales bilaterales que la UE ha celebrado o está negociando.
