La Comisión Europea ha adoptado formalmente la renovación del glifosato para los próximos cinco años y ha recordado que la responsabilidad de su autorización final es de los países miembros, que son los que tienen que decidir libremente si permiten que los productos a base de esta sustancia circulen legalmente en sus territorios nacionales o no.
El comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Antriukaitis, respondió de este modo a la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) registrada para pedir la prohibición del herbicida. Esta solicitud fue impulsada por organizaciones ecologistas y logró recaudar más de un millón de apoyos en al menos siete Estados miembros (el mínimo necesario para que la CE esté obligada a darle respuesta).
Antriukaitis admitió la necesidad de mayor transparencia en las evaluaciones científicas, uno de los aspectos en los que insiste la Iniciativa Ciudadana, y anunció una propuesta legislativa que presentará en 2018, para hacer que el proceso para autorizar, restringir o prohibir el uso de plaguicidas sea más transparente en el futuro.
A su juicio, esta propuesta reforzará «la transparencia, la independencia y la calidad de las evaluaciones» y atraerá «más científicos independientes hacia el sistema europeo de seguridad alimentaria».
El comisario recordó que la Comisión está obligada a reaccionar a la ICE, pero en ningún caso a tener en cuenta la petición.
«Ahora es responsabilidad de los Estados miembros autorizar o no los productos a base glifosato, que tienen la obligación de mirar todos los productos y decidir sobre la base de sus circunstancias geográficas y de medio ambiente así como de actuar de forma transparente».
Sobre las dudas planteadas por varias organizaciones sobre la credibilidad de los informes científicos, el comisario defendió que la CE ha utilizado «el principio de precaución», preguntando «a todas las agencias (europeas) y a las agencias de los Estados miembros sobre los asuntos relacionados con los papeles de Monsanto«. Estos papeles incluyen decenas de intercambios de correos entre la empresa y científicos y reguladores.
Según la CE, después de una evaluación científica «exhaustiva de todos los datos disponibles sobre el glifosato», «en la que se llegó a la conclusión de que no existe ningún vínculo entre esta sustancia y el cáncer en los humanos, y con el voto favorable de los representantes de los Estados miembros», el Ejecutivo comunitario ha adoptado su renovación por cinco años más.