El uso de fungicidas a base de azoles, sobre todo en agricultura y horticultura, puede aumentar el riesgo de que los hongos del género Aspergillus desarrollen resistencia a tratamientos antifúngicos esenciales, según ha advertido la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) y otras cuatro agencias sanitarias de la UE.
En un informe, muestran que la exposición a determinados ambientes en los que se utilizan o están presentes fungicidas azólicos, como en los residuos agrícolas y hortícolas o en la madera recién cortada, puede aumentar el riesgo de infección por hongos del género Aspergillus (causantes de la aspergilosis, una infección grave) resistentes a los azoles.
La exposición a determinados ambientes en los que se utilizan o están presentes fungicidas azólicos puede aumentar el riesgo de infección por hongos
Los productos fitosanitarios se han identificado como la principal fuente de exposición a estos azoles. Cada año se utilizan unas 10.000 toneladas para proteger las plantas, sobre todo contra el mildiu o la sarna en cereales o frutas y hortalizas. Su uso se ha mantenido estable en la última década.
Por ello, la AESA recomienda que se añadan nuevas obligaciones a los procesos de aprobación y autorización de los fungicidas azólicos en la UE. También pide el cumplimiento de las buenas prácticas agrícolas, el almacenamiento adecuado de los residuos orgánicos, la gestión eficaz de los residuos y la eliminación responsable de los productos tratados con azoles.