Nuevos datos sobre la posible toxicidad del insecticida neonicotinoide acetamiprid podrían llevar a la Comisión Europea a imponer restricciones para su uso. De momento, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) propone rebajar los límites máximos de residuos.
En un dictamen, la AESA considera que existen «grandes dudas» sobre las propiedades neurotóxicas para el desarrollo del insecticida neonicotinoide acetamiprid. (prohibido en Francia, pero no en Alemania, por ejemplo). «Hacen falta datos adicionales para llegar a una conclusión más sólida que permita una evaluación adecuada de los peligros y riesgos», subraya el organismo.
La AESA considera que existen «grandes dudas» sobre las propiedades neurotóxicas para el desarrollo del insecticida neonicotinoide acetamiprid
A la vista de esas dudas, que han salido a la luz «por las nuevas pruebas científicas presentadas por Francia», la agencia europea propone rebajar la ingesta diaria admisible y la dosis aguda de referencia de 0,025 a 0,005 mg/kg de peso corporal (al día).
También recomienda rebajar 38 límites máximos de residuos (LMR), principalmente de frutas y hortalizas (aceitunas, pepinos, calabacines, tomates, plátanos, melones, espinacas, etc.). Algunas de estas propuestas de LMR «requieren consideraciones adicionales en materia de gestión de riesgos», según la AESA.
A la espera de la interpretación de Bruselas
Sobre la base de estos datos, se espera que la Comisión Europea presente su interpretación del dictamen este otoño. Esta interpretación podría ir acompañada de nuevas restricciones de uso. El Ministerio de Agricultura francés ha indicado que ahora espera de la Comisión Europea una «interpretación» clara de este dictamen que «no deje lugar a ambigüedades en cuanto a sus recomendaciones de uso». Una decena de organizaciones profesionales francesas (de los sectores remolachero, hortofrutícola…) reclaman al Gobierno que les permita utilizar el acetamiprid cuanto antes.
El acetamiprid es una sustancia utilizada sobre todo por el sector remolachero, cuyo arsenal de productos fitosanitarios no ha dejado de reducirse en los últimos años con la prohibición de los principales insecticidas neonicotinoides.
Por otro lado, la Comisión Europea ya está ultimando su interpretación de la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE sobre las excepciones concedidas a los Estados miembros para el uso de neonicotinoides. Bruselas prevé una interpretación estricta de la sentencia, que impediría conceder excepciones para el uso de cualquier sustancia «expresamente prohibida» por motivos de salud o de impacto medioambiental.
