La presidenta del comité científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Montaña Cámara, ha expresado sus dudas sobre la conveniencia de implementar el sistema de etiquetado Nutriscore en alimentos y bebidas como promueve el Gobierno al considerarlo «confuso».
Para la catedrática de Nutrición y Bromatología por la Universidad Complutense este modelo de etiquetado frontal de carácter voluntario «busca una simplificación, pero no es tan fácil de entender».
Tal y como ya han alertado nutricionistas y representantes del sector agroalimentario en los últimos meses, el Nutriscore sólo es válido para comparar productos de una misma categoría, lo que puede dar lugar a equívocos entre los compradores.
«Yo no lo veo tan fácil, el consumidor puede pensar que le permite comparar frutas con cereales de desayuno, productos cárnicos o legumbres, y no es así, sólo puede comparar entre referencias de una misma categoría», ha insistido.
También ha abogado por aplicar cualquier cambio de este tipo de forma «armonizada en toda la UE» y no sólo en algunos países -actualmente es utilizado en Francia y Bélgica, entre otros-, y acompañarlo siempre de una importante campaña de comunicación para informar al consumidor.
Sistema de etiquetado
Cabe recordar que Nutriscore es un sistema de etiquetado voluntario basado en un semáforo de colores y notas de la «A» a la «E» con el que se pretende facilitar al consumidor que pueda distinguir entre los productos más o menos saludables en el lineal del supermercado.
Para establecer la nota de cada producto, el sistema da unos puntos negativos según la cantidad que contenga por cada 100 gramos de aspectos nutricionales cuyo consumo se recomienda limitar, como calorías, grasas saturadas, azúcar y sal; y otorga puntos positivos en función de las proteínas, las vitaminas y la fibra presentes en el alimento.
Desde algunos ámbitos del sector agroalimentario español se ha advertido de la posible «criminalización» de algunos productos bajo este sistema, mientras que algunos nutricionistas critican que el modelo establezca sus calificaciones en función de las categorías y no de forma genérica.