El aforo de cítricos en el conjunto de España alcanzará los 5,968 millones de toneladas en la campaña 2022/2023, lo que representa un significativo descenso del 15,6% en comparación a la anterior y un 12,8% inferior a la media de los últimos cinco años (1,1 millones de toneladas menos), según las estimaciones de aforo de cítricos elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Este Departamento recoge que hay que remontarse a la campaña 2012/13 para encontrar una campaña con menos producto, a pesar de que, según los últimos datos disponibles, las superficies de cultivo aumentaron un 1,7% en 2021 y suman 219.096 hectáreas.
De acuerdo a los datos del MAPA, la bajada de la producción responde a «las extremas condiciones climáticas registradas este año». Fundamentalmente el exceso de lluvias durante las fases de floración y cuajado del fruto, y las temperaturas extremadamente altas en estadios posteriores y restricciones al riego en algunas regiones.
Por productos
Las naranjas las que experimenten un mayor descenso, con caídas del 19,9% respecto a la campaña anterior y del 15,7% respecto de la media de las últimas cinco. Descenderán también los pequeños cítricos (9,8% respecto al año anterior y 9,1% sobre la media de las últimas campañas), el limón (con descensos del 12,4% y 11,3%, respectivamente) y el pomelo (13,7% y 4,5%.)
La naranja será el cítrico de mayor producción, con 3.010.491 toneladas, el 50,4 % del total. El 75 % de naranjas corresponderán al grupo navel. La producción de pequeños cítricos se elevaría a 1.953.954 toneladas, el 32,7 % del total, con las clementinas como grupo mayoritario (56 % de los pequeños cítricos).
En cuanto a la producción de limones, se estima en 918.802 toneladas, un 15,4 % de la producción cítrica total, que sería la cifra más baja de las últimas siete campañas. La producción de pomelos alcanzaría las 75.394 toneladas, el 1,3% del total de cítricos, que sería la cosecha más baja de las últimas tres campañas, después de los récords productivos consecutivos alcanzados en las dos anteriores.
La campaña citrícola se inició el pasado 1 de septiembre con una novedad clave para el desarrollo de la misma, la imposición del tratamiento en frío para la importación a la Unión Europea de naranjas procedentes de países como Sudáfrica en los que está presente la plaga de la polilla del naranjo, una medida que había sido defendida por España.