Los agricultores belgas bloquearon el 28 de enero el tráfico en varias autopistas del país con marchas lentas de tractores y con cortes en las carreteras, como antesala de una semana de movilizaciones anunciadas para protestar contra los bajos precios y las regulaciones medioambientales.
Los agricultores de la región francófona de Valonia organizaron las mayores protestas, con decenas de tractores participando en varias marchas lentas que confluyeron a las afueras de la ciudad de Namur para cortar la circulación en el intercambiador de Daussoulx, un nudo estratégico de la red de carreteras belga. Es un punto de enlace que conecta a dos de las principales autopistas del país: la E411, que une a Bruselas con Luxemburgo de norte a sur, y la E42, que conecta a Bélgica con Alemania y Francia, atravesando todo el país de este a oeste.
En Flandes, un centenar de agricultores también protestaron dentro y alrededor del estadio de fútbol del Sint-Truiden, un equipo de la primera división belga, obligando a retrasar durante media hora el inicio del derbi regional contra el Racing de Genk.
El grueso de las protestas en Bélgica estaban convocadas por la Federación de Jóvenes Agricultores, con el apoyo de la Federación Valona de Agricultores y de la Federación Unida de Agrupaciones de Criadores y Agricultores, que también aglutina a ganaderos.
Todos ellos denuncian los bajos precios que les pagan los mayoristas por sus producciones, la sobrecarga administrativa que afrontan y los estándares medioambientales que deben cumplir, así como los riesgos que, según ellos, entrañan los acuerdos de libre comercio como el que ahora está negociando la Unión Europea (con los países latinoamericanos pertenecientes a Mercosur.
Las protestas coinciden con la movilización de los agricultores en otros países de la UE, como Francia y Alemania, aunque en Bélgica el objetivo de las entidades convocantes es alargar las protestas durante toda la semana.