En una conferencia organizada hace unos días por el principal sindicato agrario del Reino Unido (NFU – National Farmers Union), el secretario de Estado de Medio Ambiente, Steve Reed, desveló nuevas medidas para “hacer más rentable la agricultura”. Entre ellas se incluye una prórroga de cinco años del programa de visados para los trabajadores temporeros y revisiones anuales de las cuotas.
También incluyen 110 millones de libras (unos 132 millones de euros) en inversiones en tecnología; 200 millones de libras (241 millones de euros) en inversión en la lucha contra las enfermedades animales; la creación de un nuevo centro nacional de bioseguridad y el compromiso de proteger las normas medioambientales y de bienestar animal en los acuerdos comerciales.
Entre las medidas se incluye la prórroga de cinco años del programa de visados para los trabajadores temporeros y revisiones anuales de las cuotas
Estos anuncios se basan en los compromisos adquiridos en la Conferencia Agrícola de Oxford, en la que Reed expuso la visión del Gobierno británico para la agricultura. “Consideraré mi etapa como secretario de Estado un fracaso si no mejoro la rentabilidad de los agricultores de todo el país”, declaró el secretario de Estado.
Estos anuncios se producen en un contexto de tensas relaciones entre el Gobierno laborista de Keir Starmer y el sindicato de agricultores, desde que Londres comunicó el 30 de octubre un impuesto de sucesiones sobre las propiedades agrícolas.
Estos anuncios se basan en los compromisos adquiridos en la Conferencia Agrícola de Oxford, en la que se expuso la visión del Gobierno británico para la agricultura
A partir de abril de 2026, las explotaciones agrícolas de más de un millón de libras (1,20 millones de euros) dejarán de estar exentas del impuesto de sucesiones y estarán sujetas a un gravamen del 20%, es decir, la mitad del tipo habitual del impuesto de sucesiones. El discurso de Steve Reed no se aceptó, informa AFP.
Por su parte, el presidente de la NFU, Tom Bradshaw, pidió al Gobierno británico que marque un nuevo rumbo para la alimentación y la agricultura británicas. Según el sindicato agrario, estos nuevos objetivos deben ir acompañados de un presupuesto suficiente.