El titular no es un juego de palabras, sino que responde a la realidad de la nueva estructura del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, aprobada por el Gobierno el martes 5 de diciembre y publicada en el BOE el miércoles día 6.
Y es que Luis Planas ha logrado lo imposible y ha vuelto a rizar el rizo, porque ha conseguido crear la Secretaría de Estado de Agricultura y Alimentación, pero que no tendrá competencias ni en materia de agricultura ni en alimentación, porque de ella solo dependerá la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Alimentaria; vamos, lo que algunos denominan en el citado departamento con cierta ironía “los coros y danzas» o «una de teleclub y propaganda”.
La nueva estructura que se ha sacado Luis Planas de la manga es la siguiente, en lo que respecta a órganos superiores y directivos:
- La nueva Secretaría de Estado de Estado de Agricultura y Alimentación, de la que depende únicamente la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria.
- La Secretaria General de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria (que sustituye a la antigua Secretaria General de Agricultura y Alimentación, que se suprime) y de la que dependen los siguientes órganos directivos: la Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios, que se mantiene como tal; la Dirección General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal (antes Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria) y la Dirección General de Alimentación, que hasta ahora se denominaba Dirección General de la Industria Alimentaria.
- La Secretaría General De Pesca.
- La Subsecretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Durante la última reunión del Consejo de Ministros se aprobó esta nueva estructura, pero, sin embargo, no se nombró a la persona titular de la Secretaría de Estado de Agricultura y Alimentación.
Planas pretendía que Miranda ocupase la Secretaría de Estado de Agricultura y Alimentación, pero desde La Moncloa han impuesto un perfil político
Las diferentes fuentes consultadas coinciden en señalar que Luis Planas pretendía que este puesto fuese ocupado por Fernando Miranda; sin embargo, desde el PSOE y desde La Moncloa han frenado a Planas y han impuesto que se nombre a alguien con perfil político.
Al no conseguir su objetivo de designar a Miranda, el ministro ha optado por hacer un “cambalache” en la estructura, quitando las competencias “mollares” en materia de agricultura, ganadería y alimentación a la Secretaría de Estado y dejándolas en la nueva Secretaría General denominada de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria. Al cambiar de nombre, habrá que hacer también nombramiento de su titular, que se espera siga siendo Fernando Miranda.
Begoña García Bernal es una de las candidatas
La gran incógnita es la persona que se hará cargo de la Secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, ya conocida en el Ministerio como “Secretaría de Estado de Coros y Danzas”.
Se busca a alguien de probada lealtad al PSOE, que haya quedado descabalgada, tras los últimos procesos electorales, de su puesto anterior y que, muy importante, sea mujer.
Esto último es clave, ya que, de mantenerse la situación actual de los cinco puestos importantes del Ministerio, tres estarían ocupados por hombres: el propio ministro, el subsecretario y Fernando Miranda en la secretaría general.
Hace falta por lo tanto una mujer y uno de los nombres que suena con mayor insistencia es Begoña García Bernal, anterior consejera de Agricultura de la Junta de Extremadura, con buena sintonía con Planas a través de Guillermo Fernández Vara, íntimo del ministro. Además, Begoña es experta en lo que buscan: vender humo, o sea, una de coros y danzas.
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