La generalización en Europa de las prácticas agroecológicas, que permiten reducir e incluso eliminar el uso de pesticidas y abonos químicos, permitiría preservar la biodiversidad al tiempo que mejoraría la soberanía alimentaria del continente, según un estudio del CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica francés) publicado el 18 de junio en la revista One Earth. Para lograrlo se plantean tres propuestas.
La primera es un consumo menor de productos animales (inferior al 30% de la dieta media frente a más del 50% actual) con el fin de limitar la ganadería intensiva y eliminar las importaciones de alimentos para el ganado.
La segunda es la aplicación de los principios de la agroecología, generalizando las rotaciones de cultivo largas y diversificadas e integrando las leguminosas fijadoras de nitrógeno, para dejar de utilizar los abonos nitrogenados químicos y pesticidas.
Por último se propone aproximar a los sectores de cultivos y al ganadero para llevar a cabo un reciclado óptimo de las deyecciones animales. Este tipo de modelo “permitirá perfectamente alimentar a la población europea en 2050, con dos veces menos contaminación acuática y dos veces menos emisiones de gases de efecto invernadero”, asegura Gilles Billen, director de investigación del CNRS y coordinador del estudio.