Un Juzgado de Trujillo ha condenado a Agroseguro a pagar más de dos millones de euros a un grupo de ganaderos extremeños que habían suscrito el seguro de pastos. La entidad aseguradora tendrá que abonar a los afectados las indemnizaciones realmente producidas por la sequía en pastos del año 2018-2019.
Aníbal Fernández Domínguez, el abogado que ha llevado este asunto, explicó en AGROPOPULAR -9 de julio- que las claves de este juicio están en que se estaba formulando un reclamación «que se aparecía como justa de todo punto», entre otras cuestiones, porque los dieciseis ganaderos de Trujillo habían contratado unas pólizas, por las que Agroseguro había ingresado unos 89.000 euros y, a pesar de estar en uno de los años más secos en lo que llevabábamos de siglo, las indemnizaciones habían dado lugar a unos 54.000 euros, lo que «es un negocio redondo par Agroseguro».
La aseguradora había ingresado 89.000 € por las pólizas y las indemnizaciones fueron de unos 54.000 €, «un negocio redondo para Agroseguro»
«Si a esto le añadimos» el principio de transparencia y «unimos el principio del control de la abusividad» de las cláusulas predispuestas en toda clase de contratos que se suscriben en nuestro país, «tenemos la explicación perfecta del resultado de esta sentencia».
¿Pueden reclamar todos los ganaderos?
La actuación de Agroseguro en torno al seguro de compensación por pérdida de pastos del Plan 2018, que es el que haya sido objeto de enjuiciamiento, ha provocado que exista que multitud de ganaderos por toda España que se hayan visto perjudicados.
Según el abogado, este seguro «no deja de ser un seguro contra daños». El plazo de reclamación, cada vez que existe una discrepancia, es de dos años desde el momento en que pudo ejercerse la acción, de modo que todos los que no hayan formulado sus reclamaciones en ese plazo «ya no podrán hacerlo».
A su juicio, seguramente Agroseguro recurra la sentencia, pero ésta «tiene un sólido fundamento y responde a una demanda justa».
Antecedentes de los hechos
La Unión de Extremadura denunció en junio de 2019 que Agroseguro estaba manipulando los mapas de sequía en pastos para reducir las indemnizaciones que tenía que abonar a los ganaderos que lo habían suscrito.
Según la organización, en este tipo de seguros los daños producidos no se valoran in situ sino que la intensidad de la sequía se mide a través de la interpretación de fotografías realizadas hasta esa campaña por el Laboratorio de Teledetección de la Universidad de Valladolid.
La Unión de Extremadura denunció que Agroseguro cambió de laboratorio en la campaña 2018-2019 y, «aunque meteorológicamente fue el tercer año más seco del siglo, las indemnizaciones se correspondían con una sequía leve».
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