En su último informe sobre la implantación de las normas comunitarias en materia de aguas, cuyo fin es que todas las masas de agua de la UE se encuentren en buen estado para el año 2027, la Comisión Europea examina los avances de los Estados miembros hacia ese objetivo y concluye que todavía están lejos de él.
Bruselas constata que están aplicando sus programas de medidas, principalmente para frenar la contaminación y mejorar la eficiencia en el uso de este recurso. Sin embargo, debido a una financiación insuficiente, esto no se está haciendo a la velocidad requerida.
El informe pone de manifiesto que hacia la mitad del ciclo de planificación hidrológica 2016-2021 todos los Estados miembros estaban implementando medidas y en algunos de ellos todas las cuencas hidrográficas contaban con sus planes. La mayoría han avanzado a la hora de precisar el camino que les queda por recorrer hasta llegar a un buen estatus de sus masas de agua, así como los obstáculos a superar. La falta de financiación, los retrasos y la gobernanza son los principales impedimentos.
Según la Comisión Europea, establecer un precio por el agua es una poderosa herramienta para mejorar la eficiencia en su uso y contribuir a una gestión de la demanda más efectiva y sostenible, así como para mejorar el atractivo del sector para atraer cofinanciación privada.
Por otro lado, en lo que respecta a la directiva sobre inundaciones, la mitad de los Estados miembros ha mejorado la recopilación de datos y de métodos para la evaluación preliminar de los riesgos de inundación.
El informe de Bruselas se complementa con tres estudios: un estudio económico sobre costes e inversiones en el sector del agua; otro sobre inundaciones y cambio climático y el último sobre inundaciones y agricultura. El primero de ellos indica que el coste de las medidas planificadas en el actual ciclo de planificación 2016-2021 asciende al menos a 142.000 millones de euros. La Comisión subraya que solo el impacto de las sequías en la economía de la UE se estima actualmente en 9.000 millones anuales pero podría alcanzar los 65.000 millones anuales hacia el final del siglo. En cuanto a las inundaciones, los costes para mitigarlas rondan los 14.000 millones.
El estudio relativo a las inundaciones y la agricultura concluye que es preciso proteger mejor las tierras agrarias de las inundaciones y utilizar mejor los fondos de la UE en medidas para evitarlas.
La Comisión subraya que el impacto creciente del cambio climático, con sequías e inundaciones cada vez más frecuentes, hace necesaria la planificación hidrológica en toda Europa.
El comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, ha destacado esos 9.000 millones de euros anuales en daños provocados por la sequía y la escasez de agua, y ello sin contar los daños a los ecosistemas y a los servicios que estos proporcionan. “Solo unos ríos y lagos saludables pueden protegernos del riesgo creciente de sequías e inundaciones” y “el Pacto Verde europeo es una oportunidad única” para lograrlo, ha afirmado.