Por César Lumbreras
La actual directora del gabinete de la ministra, María García Rodríguez, ha sido nombrada Secretaria de Estado de Medio Ambiente en sustitución de Pablo Saavedra. El Gobierno aprobó este nombramiento en la reunión del Consejo de Ministros del 23 de diciembre.
María García es persona de absoluta confianza de Isabel García Tejerina y asumirá una Secretaría de Estado de gran peso político y con un fuerte componente inversor.
Cuatro «patatas calientes»
Esta Secretaría de Estado se compone de cuatro Direcciones Generales, que son, a su vez, cuatro “patatas calientes”, y un organismo adscrito, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
De García Rodríguez dependerá la Dirección General del Agua y toda la política hidráulica, auténtica “patata caliente” por los conflictos entre las Comunidades Autónomas; además, García Tejerina ha anunciado, entre sus objetivos prioritarios, el conseguir un Pacto de Estado en la materia.
También se tendrá que ocupar de agilizar todas las declaraciones de impacto medioambiental que están pendientes, que son muchas e importantes y acumulan importantes retrasos; este asunto es competencia de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural.
A la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar corresponde la gestión de todos los problemas relacionados con las costas y el litoral marítimo, un asunto también polémico.
Por último, está la Oficina Española de Cambio Climático, que es la encargada de poner en marcha y aplicar las medidas incluidas en el Acuerdo de París, que tienen mucha importancia para el sector agroalimentario. Esta última y la del Agua son las Direcciones Generales con más repercusión para los intereses de los agricultores y ganaderos.