En la emisión de AGROPOPULAR del 21 de diciembre volvimos a viajar a través de las ondas hasta la Comunidad Valenciana para conocer cómo siguen las cosas casi dos meses después de la DANA. Para ello contamos con la intervención del presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado.
Lamentó en antena que el campo continúe desatendido porque se está comenzado ahora a hacer reuniones y a coordinar «cómo vamos a empezar a trabajar». No ha vuelto a llover en muchas zonas por lo que se necesita regar y no es posible y, además, el campo en muchos sitios se ha convertido en un auténtico basurero. «La verdad es que la gente del campo empieza a desesperarse».
¿Ha llegado alguna ayuda para los afectados? Sobre esta cuestión, Aguado explicó que «ha llegado algo» pero desde luego está muy lejos de lo que esperaba el sector. En este sentido, añadió que aunque llegue lo prometido es totalmente insuficiente para una zona como esta que es de gran minifundio y donde la mayoría de los agricultores no va a recibir prácticamente nada, además tendrán que afrontar la gran burocracia que hay.
«Con esto y los acuerdos internacionales que hace Europa nos están matando», lamentó el presidente de AVA-ASAJA que además resaltó la importancia del sector agrario y no entiende que «no se vea».
Mancha negra
Por otro lado, habló sobre las detecciones de mancha negra (Phyllosticta citricarpa) en cítricos sudafricanos. Según comunicó la plataforma Europhyt de la Comisión Europea, los puntos de entrada de la UE interceptaron en noviembre tres casos más de mancha negra en cargamentos de cítricos procedentes de Sudáfrica.
Ante esta situación, AVA-ASAJA alertó del “año negro de los cítricos sudafricanos ya que, con estas detecciones, acumula un total de 31 interceptaciones de esta grave enfermedad de cuarentena en lo que llevamos de 2024, lo que demuestra su falta de voluntad o capacidad para garantizar la seguridad fitosanitaria de sus envíos”.
Por ello, la organización exigió a la Comisión Europea que «todo el empeño que pone para cerrar el tratado con Mercosur, a pesar del rechazo del sector agrario europeo, lo ponga para endurecer los controles a las importaciones foráneas y evitar la entrada de nuevas plagas y enfermedades no presentes en Europa. Ya basta de sacrificar la agricultura europea, usándola como moneda de cambio en todos los acuerdos comerciales e, incluso, exponiéndola sin pudor a nuevos patógenos que multiplican el desperdicio alimentario y el abandono de campos».