Las exportaciones españolas de aceite de oliva se situaron en 402.200 toneladas en los primeros cinco meses de la actual campaña 2016/17, según los últimos datos de la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA).
Esa cifra supone un aumento del 32% con respecto al mismo período de la campaña anterior. Solo en el mes de febrero se exportaron 93.000 toneladas.
Las ventas en el mercado interior, sin embargo, se han ralentizado. Hasta finales de febrero se situaban en 213.600 toneladas, un 6,5% menos que en la campaña pasada.
En conjunto, la comercialización de aceite de oliva del período octubre-febrero alcanzó las 615.800 toneladas (a razón de una media de 123.160 toneladas mensuales), superando a las de la campaña anterior en un 15,5%. Las importaciones suman 42.100 toneladas (frente a 70.300 en el mismo período de 2015/16).
En lo que respecta a la producción, en el período considerado alcanzó la cifra de 1.232.900 toneladas, de las que 153.300 se obtuvieron en el mes de febrero.
Todavía habrá que esperar a las cantidades, menores, que puedan producirse hasta mayo para disponer del dato total de la campaña que, según coinciden en señalar distintas fuentes del sector, no llegará a 1,3 millones de toneladas.
Hay que recordar que la última previsión de Cooperativa Agro-alimentarias, de finales de febrero, apuntaba a un volumen de 1,267 millones de toneladas, frente a 1,401 millones en 2015/16.
Las previsiones de Cooperativas recogen unas exportaciones totales de 975.000 toneladas en la presente campaña (+12,3% respecto a la anterior) y un consumo interno de 505.000 toneladas (+0,5%), es decir, unas ventas totales de 1,48 millones de toneladas (+8%).
Las existencias finales se situarían en 208.000 toneladas, un volumen muy corto para cubrir las necesidades hasta que haya aceite disponible de la próxima campaña teniendo en cuenta las salidas mensuales. A finales de febrero, las existencias eran de 990.200 toneladas, según la AICA.