La producción española de albaricoque podría situarse este año en 98.739 toneladas, lo que supondría un aumento del 52% respecto a la corta cosecha obtenida en 2022 pero es todavía un 16% inferior a la media del período 2017-2021, de acuerdo con las cifras que se manejaron durante la celebración del salón MedFEL en Perpignan (Francia).
A nivel comunitario, por el contrario, se espera una caída del 7% tanto respecto al año pasado como a la media de los cinco previos.
La cosecha española 2022 se vio muy afectada por importantes episodios de heladas, que la situaron por debajo de las 65.000 toneladas. De hecho, se puso de manifiesto durante el citado salón que en los últimos cuatro años no se ha llegado al potencial de producción por las heladas, en unos casos, y por el granizo en otros.
La cosecha española 2022 se vio muy afectada por importantes episodios de heladas
De cara a la cosecha de este año no se han registrado esos fenómenos, pero el invierno ha sido cambiante, con temperaturas suaves durante algunas semanas y muy bajas en otras, que podrían tener impacto en los resultados.
Según el responsable del sector de frutas y hortalizas de Cooperativas Agro-alimentarias, en las zonas de producción más tempranas la producción será inferior a la esperada por esas variaciones de temperaturas; en las más tardías no se han registrado incidentes que hayan afectado a la floración; en todo caso, preocupan los efectos de la sequía en el cultivo.
Respecto a la comercialización, señaló una serie de elementos que generan incertidumbre en los mercados: el veto ruso a las frutas y hortalizas de la UE vigente desde 2014 y que aún afecta al sector, el cierre de Bielorrusia (que era la puerta de entrada indirecta a Rusia), la dificultad de repercutir los costes de producción en los precios de venta, la fuerte subida de esos costes (energía, fitosanitarios, envases, transporte) por la guerra en Ucrania, la inflación o la desaparición del efecto Covid (que generó un aumento de las ventas de fruta).
Producción comunitaria de albaricoque
A nivel comunitario, considerando las cosechas de los cuatro principales países productores, se prevé una producción en torno a las 500.000 toneladas, lo que supondría una bajada del 7% respecto al año pasado y también respecto a la media 2017-21.
Las bajas temperaturas registradas en algunas zonas productoras retrasaron la floración y, con ella, el arranque de la campaña.
Por otro lado, la sequía afecta no solo a España sino también al sureste de Francia; aunque sus efectos no son todavía visibles en este cultivo, los productores de esas zonas esperan que cambie la situación.