Como ya hicieran las comunas de La Montaña (en el departamento de Loira-Atlántico) y Grenoble (en Isère), otras diez comunas de la región de Île de France (conocida como la región parisina) publicaron el 3 de marzo nuevas disposiciones anti-pesticidas, según recoge la asociación de alcaldes anti-pesticidas en un comunicado.
Basándose en una decisión de la Comisión Europea del 3 de mayo de 2000 y en el código penal francés, las comunas “obligan a cualquier persona que utilice estos productos a garantizar la eliminación de los residuos generados por su actividad”. Esta redacción está inspirada en los textos publicados recientemente por las comunas de La Montaña y de Grenoble para eludir la decisión del Consejo de Estado del 31 de diciembre de 2020. En ella, el Consejo de Estados concluía que “los alcaldes no son competentes para regular el uso de pesticidas en sus territorios”.
La vicepresidenta del colectivo de alcaldes anti-pesticidas, Florence Presson, ha señalado que este colectivo “pone su modelo de regulación (con la nueva redacción) a disposición de todas las comunas que quieran ir en esa dirección a través de la web maireantipesticide.fr”.
Presson señalaba días antes que “será complicado para un tribunal echarlas para atrás”. El Consejo de Estado las desestimó por sus argumentos sanitarios y se ha buscado esta otra fórmula relacionada con los residuos.
Grenoble, que presentó una disposición anti-pesticidas el 22 de febrero, es la comuna “anti-fitosanitarios” más grande de Francia. Su alcalde, Eric Piolle, ha declarado que espera “abrir el camino a otras disposiciones del mismo tipo en las comunas del país con el fin de continuar la lucha contra los pesticidas”.
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