La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, con sede en Ourense, ha decretado el estado de alerta por sequía tras diez meses en situación de prealerta ante la escasez de precipitaciones de este año, aunque descarta posibles restricciones en relación con el consumo. Así lo ha indicado el presidente de este organismo, Francisco Marín, tras la reunión de la Oficina Técnica de la Sequía.
Esta decisión se ha tomado coincidiendo con el final del año hidrológico, que ha estado marcado por un 40% menos de precipitaciones de la media en la demarcación. Es decir, 670 litros por metro cuadrado frente a las 1.200 previstos.
Tras diez meses en situación de prealerta, Marín ha señalado que algunos ríos como el Louro y el Ladra, en Begondo, llevan un 10 y 40% menos agua, respectivamente, de lo que deberían. Por su parte, el Miño, a su paso por Lugo, registra un 59% menos de agua de la media, situación que ha llevado a la Confederación a activar el nivel de alerta.
Actualmente, los embalses contienen un 44% de agua embalsada, cuando la media en esta época es de un 57%. Asimismo, la falta de lluvia ha llevado a que los ríos que no estén regulados tengan un 69% menos de agua de lo normal.
No obstante, Marín ha señalado que no habrá restricciones en relación con el consumo de agua en Galicia, algo que sí podría suceder en alguna zona de León, aunque «se aumentará la vigilancia en las concesiones en los ríos más afectados» a fin de que no se malgaste y se «comunicará a los Ayuntamientos la necesidad de extremar las medidas de ahorro, evitando los baldeos», ha explicado.