Investigadores del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) de los centros ‘El Toruño’ (Puerto de Santa María, Cádiz) y de La Mojonera (Almería) han confirmado la viabilidad del alga asiática invasora ‘Rugulopteryx Okamurae’ como biopesticida y biofertilizante.
Una vez que se ha comprobado que esta especie invasora se puede utilizar como compost en explotaciones hortícolas e incluso para los cultivos en semillero, y cuando se concluya el estudio, la Consejería de Agricultura pondrá este descubrimiento al servicio del sector agrícola a través de unas jornadas de transferencia de conocimientos que permitirán abrir «nuevas posibilidades de mercado» para un recurso natural que podría incorporarse a la actividad diaria agrícola de Andalucía.
Por otro lado, el personal del centro ‘El Toruño’ ha concluido también el estudio de caracterización genética del alga ‘Rugulopteryx Okamurae’ que, entre otros avances, aporta «información de gran interés» sobre posibles vías para controlar su expansión. En concreto, permite determinar su velocidad de crecimiento y apunta al erizo como depredador natural de esta especie vegetal marina.
Presentación de resultados
La consejera de Agricultura, Carmen Crespo, ha presentado estos y otros resultados obtenidos por los técnicos del Ifapa que trabajan desde hace tres años en proyectos encaminados, entre otros fines, a conocer cómo se expande el alga asiática ‘Rugulopteryx Okamurae’ por la costa de Andalucía.
Estos estudios se centran también en la economía circular como vía para encontrar posibles métodos de aprovechamiento de esta especie invasora que está ocasionando perjuicios al litoral andaluz y al sector pesquero de la región.
Crespo ha señalado que la información genética de esta alga sigue en análisis para estudiar su posible uso en otros campos como la cosmética o la farmacia; y el Ifapa está preparando ya nuevos proyectos relacionados con el alga asiática. En concreto, el centro Rancho de la Merced (Jerez de la Frontera, Cádiz) va a investigar su uso como bioestimulante para la viña y para el control de las plagas de este cultivo.