El Parlamento Europeo se pronunció el 14 de marzo a favor de un objetivo de reducción del desperdicio de los alimentos en la UE del 50% para el año 2030 con respecto a 2014. Fue en la votación de las propuestas para una economía circular que la Comisión de Bruselas presentó el 2 de diciembre de 2015.
Basándose en un informe legislativo de la socialista italiana Simona Bonafé y en un informe de iniciativa de la socialista croata Biljana Borzan, los eurodiputados plantean también un objetivo intermedio de reducción del 30% para 2025.
En sus propuestas, el ejecutivo europeo no fija objetivos para el desperdicio alimentario sino que incluye, más bien, medidas para facilitar las donaciones de alimentos y la utilización de los productos no vendidos en alimentación animal.
El desperdicio alimentario se estima en unos 89 millones de toneladas en la UE, es decir, unos 180 kilos por habitante y año.
Los informes votados por los diputados sobre el conjunto de proyectos de la Comisión para una economía circular son la posición del Parlamento Europeo para las negociaciones con el Consejo de los 28, que adoptará la suya en el segundo semestre de este año.
