Se espera una disminución de la demanda de alimentos para el ganado en la UE a medio plazo

alimentos ganado

La demanda total de alimentos para el ganado caerá un 2,2% en la UE en el año 2035 con respecto al período 2022-24, situándose en 39,5 millones de toneladas de equivalente en proteína. Esta caída responderá a la previsión de una menor producción comunitaria de carne de porcino y de vacuno y a un crecimiento más lento de los rendimientos de las vacas lecheras. Esa es, al menos, la previsión que recoge la Comisión Europea en su último informe sobre perspectivas de los mercados agrarios a medio plazo.

En todo caso, matiza también que la disminución que se espera en el caso del porcino y el vacuno se deberá, en parte, a un uso más eficiente, que vendrá dado por las mejoras en la genética de los animales y por unos sistemas de alimentación más eficaces y mejor ajustados al ganado. Por el contrario, el consumo de alimentos para aves podría crecer debido a una demanda mayor por parte de los consumidores de pollos de crecimiento lento y, en general, por el aumento de la producción de carne de ave y huevos.

La disminución que se espera en el caso del porcino y el vacuno se deberá, en parte, a un uso más eficiente

Según Bruselas, el uso de pienso con un contenido medio de proteína será el que más caiga (-15,7% en el período considerado, hasta 2,2 millones de toneladas). En este grupo se encuentran el gluten de maíz, los residuos de destilería desecados y el suero de leche.

La demanda de alimentos para el ganado con un contenido en proteína bajo (inferior al 15%) se reducirá en un 1,5%, hasta los 18,9 millones de toneladas. Aquí se encuentran los cereales, el salvado, la pulpa de remolacha desecada, la melaza y las raíces y tubérculos. Ese descenso se deberá principalmente a un menor uso de cereales en alimentación animal, sobre todo avena, centeno y maíz, ya que el uso de trigo y cebada se mantendrá prácticamente estable.

Por último, el consumo de alimentos para el ganado de alto contenido en proteínas (más del 30%) caerá un 1,1% y se situará en 18,4 millones de toneladas en 2035. Entre estos productos figuran las harinas de oleaginosas, la harina de pescado o la leche en polvo desnatada. La evolución a la baja en este caso responderá a las preocupaciones de los consumidores por el medio ambiente y el clima (por ejemplo, las relaciones con las importaciones de harina de soja para utilizarla en la alimentación del ganado).

Subida de los precios de los alimentos

La previsión de Bruselas apunta a que el precio nominal de los alimentos para el ganado, que bajó en 2023 y 2024 tras alcanzar un pico en 2022, reanudará una tendencia al alza a partir de 2026 y seguirá subiendo hasta 2035, aunque sin llegar a ese máximo de 2022.

Los precios de los alimentos con bajo contenido en proteína subirán en torno a un 1,4% anual debido a la disminución de la producción de cereales en la UE. Los productos más proteínicos subirán a razón de un 1,5% anual y solo aquellos de contenido medio en proteínas se mantendrán estables.

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