Durante estos primeros días de septiembre se han registrado temperaturas muy elevadas, no habituales en esta época del año, que están provocando importantes daños en el olivar y en la viña y que reducirán notablemente la producción de aceituna y de uva.
Estos hechos se vienen a sumar al impacto de la falta de agua durante los meses de julio y agosto y lo que llevamos de septiembre.
La Comunidad Valenciana es una de las más perjudicadas. La Unió de Llauradors prevé una reducción del 30% en la producción de uva y del 40% en la de frutos secos. Además, sostiene que si no llueve en los próximos 15 días, se podría perder la mitad de la cosecha de aceituna.
Tanto en esta región como en La Rioja, han destacado la falta de pastos para la ganadería extensiva, con el consiguiente aumento en el coste de alimentación para los ganaderos, que empieza a poner en riesgo a algunas explotaciones.