La Junta de Andalucía ha reclamado al Gobierno central que aplique una reducción general del 50% del IRPF a las actividades agrarias y el sector ganadero que han sufrido fuertes descensos en sus rendimientos durante el 2022 motivados por la sequía y por la subida de los costes de la energía y el gasóleo.
El Gobierno andaluz, que ha consensuado la propuesta con los representantes de las organizaciones agrarias andaluzas y cooperativas, ha establecido tres bloques de reducción acumulable.
Plantea una reducción de aplicación general para todos los sectores en Andalucía que supondría rebajar los módulos en un 50%, mientras el segundo bloque suma a este porcentaje otras rebajas concretas atendiendo a cada sector y cada causa específica del recorte de rentabilidad.
También apunta que determinados municipios y provincias que han registrado en 2022 causas específicas, plagas o adversidades climáticas que han incidido en su productividad cuenten con unos módulos aún menores.
La Junta solicita una reducción generalizada del 50% de los índices de rendimiento netos para todo el sector agrario andaluz, una petición que se basa, principalmente, en el impacto que ha tenido sobre los agricultores y ganaderos el efecto de la guerra en Ucrania, con un importante incremento de los insumos empleados en la actividad agraria, tanto en relación a las materias primas como en el ámbito energético, así como la sequía.
Según explica el Ejecutivo regional, esta situación ha acentuado la pérdida de poder adquisitivo que ya venían padeciendo los profesionales del campo, que ya se vieron afectados en 2022 por la sequía.
Reducción adicional para sectores específicos
Junto a la petición general de reducción del 50%, Andalucía ha solicitado al Ministerio de Agricultura reducciones adicionales para sectores que han sufrido situaciones particulares extraordinarias que han afectado a su rentabilidad, como son los cítricos, frutos secos, uva de mesa, planta ornamental, flor cortada, ganadería y apicultura.
La reducción total propuesta para el bovino de leche y carne, ovino/caprino de leche y carne, porcino de carne, avicultura y cunicultura es del 80%, sector que se ha visto «especialmente afectado» por el aumento de los costes de producción y de la energía y el gasóleo.