La Junta de Andalucía ha vuelto a solicitar al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que incluya al olivar en la reserva de crisis de la Política Agraria Común (PAC). La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, considera que «ante la difícil situación que atraviesa el sector olivarero» el Gobierno central «debe adoptar esta decisión» ya que «no se ha incluido a este sector en sus ayudas por la sequía».
Hay que recordar que la petición de inclusión en la Reserva de Crisis fue refrendada de manera unánime en la Mesa de Interlocución Agraria de Andalucía, que cuenta con la participación de ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro Alimentarias de Andalucía, y después de confirmarse que España va a recibir estos fondos de la Unión Europea para los agricultores y ganaderos afectados por la sequía y las altas temperaturas.
Este órgano de coordinación entre la administración autonómica y el sector agrario también se ha mostrado a favor de que se consiga en la Unión Europea una prórroga de la Medida 22 de la que igualmente pudiera beneficiarse el olivar.
La consejera ha hecho hincapié en la necesidad de «poner en manos de los que más lo necesitan las ayudas que les permitan paliar esta difícil situación coyuntural» y advirtiendo que «desde la Junta estamos ayudando con las distintas líneas de incentivos de que disponemos».
En este sentido ha recordado que «recientemente se han sacado las ayudas de mínimis dirigidas a ofrecer liquidez a los sectores más afectados por la sequía». Respecto a los beneficiarios, Crespo ha recordado que éstas se dirigen a sectores especialmente perjudicados y de manera que no haya duplicidades, «complementando las líneas habilitadas por el Estado».
Los 10 millones de euros de presupuesto de los incentivos del Gobierno andaluz se repartirán entre profesionales dedicados al porcino ibérico de cebo (6 millones de euros), la apicultura (1,6 millones), el castaño (400.000 euros) y el viñedo de vinificación (2 millones).
En el caso de las ayudas estatales, se benefician los cultivos de herbáceos de secano, los frutales (incluidos de hueso), los frutos secos de secano y regadío, el arroz, el tomate de industria y la ganadería.