La Dirección General de Comercio de la Comisión Europea ha abierto una investigación para determinar el impacto de los aranceles adicionales que la UE aplica, con carácter definitivo, desde 2019 a las importaciones de soluciones de urea y de nitrato de amonio procedentes de Rusia, Estados Unidos y Trinidad y Tobago. Las organizaciones agrarias europeas (COPA-COGECA) han aplaudido la iniciativa, que consideran un primer paso para poner fin a esas tasas, que encarecen aún más el precio de los abonos.
Los aranceles en cuestión son derechos antidumping que van del 16% al 32% del valor de los productos importados y que, tal y como vienen subrayando la organizaciones europeas desde hace meses, contribuyen a la escalada del precio de los fertilizantes en la UE.
El COPA-COGECA estima que «desde inicios de 2021 los precios de los fertilizantes nitrogenados se han triplicado. Esto equivale al 55% de los costes de los insumos de los agricultores en la UE. Además de este aumento, debemos tener en cuenta que las cantidades fuera de temporada han sido menores de lo habitual, por lo que varios distribuidores de diferentes Estados miembros no tienen siquiera la certeza de poder satisfacer las necesidades de los agricultores durante la primavera. Esta coyuntura no hace más que poner en riesgo la capacidad de producción de nuestros agricultores,
quienes están sometidos tanto a la volatilidad del mercado internacional como a las distorsiones de competencia respecto a otros agricultores del resto del mundo, por el hecho de que los agricultores de la UE se encuentran limitados por las excesivas medidas de protección del mercado europeo de los fertilizantes».
Añade que «el precio de los fertilizantes, en especial, el precio de la mezcla de urea y nitrato de amonio (también conocida como UAN, por sus siglas en inglés) se explica, por un lado, por el aumento de la demanda de fertilizantes y el precio del gas y del transporte marítimo de mercancías a escala mundial, y por otro, por una competencia insuficiente en el mercado interior de la UE. A menudo, la opinión pública no comprende que las barreras arancelarias aplicadas a los fertilizantes nitrogenados, junto a los impuestos antidumping sobre las mezclas UAN en Europa, son la mayor traba que afecta a los agricultores, exponiéndolos a precios desorbitados y a la escasez de abastecimiento. Mientras tanto, las industrias de los fertilizantes de la UE, también golpeadas por el aumento de los costes de producción pero con elevados precios de venta, continúan obteniendo altos márgenes de beneficio».