La Comisión Europea ha adoptado este viernes, 3 de marzo, nuevas reglas para reducir la presencia de arsénico en los alimentos como medida para combatir el cáncer. Reducirá la concentración permitida de arsénico inorgánico en el arroz blanco y establece nuevos límites para el arsénico en muchos alimentos cotidianos a base de arroz, fórmulas infantiles, alimentos para bebés, jugos de frutas y sal.
«La adopción de niveles máximos más bajos marca otro paso importante en el cumplimiento de los objetivos del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer para limitar o eliminar el riesgo cancerígeno asociado a las sustancias químicas en los alimentos», ha explicado el Ejecutivo comunitario.
«Estamos tomando medidas adicionales para reducir aún más el riesgo de exposición a un contaminante cancerígeno de nuestra cadena alimentaria», ha explicado la comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides. En su opinión, las nuevas normas «son una prueba más de que los estándares de seguridad alimentaria en la UE siguen siendo los más altos del mundo».
La decisión se basa en un informe científico de la Autoridad europea de Seguridad Alimentaria
Bruselas ha detallado que la decisión se basa en un informe científico de 2021 de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) y que se produce después de que se pidiera a los Estados miembros que controlaran la presencia de arsénico en los alimentos.
Cabe recordar que los niveles máximos existentes para el arsénico en los productos alimenticios se establecieron en 2015 en base a una opinión de la AESA que establecía que el arsénico inorgánico puede causar cáncer de piel, vejiga y pulmón.
El arsénico está presente en bajas concentraciones en las rocas, el suelo y las aguas subterráneas naturales, siendo los alimentos y el agua potable las principales vías de exposición humana.