ASAJA-Cádiz ha realizado un avance sobre la campaña de cereales en la provincia en la que, junto con las cooperativas de la zona, ha coindidido en que el problema está en los precios.
El presidente de la organizació, Pedro Gallardo, ha pronosticado una campaña que estará dentro de los márgenes normales “ni récord ni mala”, “aunque con calidad, que corroboraremos cuando entremos en el campo con las cosechadoras”.
Gallardo ha explicado que ha sido un año particular en cuanto a la climatología, “empezó con un otoño seco y cambió radicalmente en marzo, cuando comenzaron a caer las lluvias de manera continuada hasta abril”.
A su juicio, estas cuestiones han retrasado el momento de la cosecha “ya deberíamos estar viendo las máquinas en el campo y, sin embargo, no entrarán hasta dentro de una o dos semanas”.
Asimismo, espera que la industria recompense los esfuerzos de los agricultores por no abandonar el cultivo, “un año más apuestan por los cereales y necesitan unos precios justos adecuados a nuestro nivel de implicación”.
Todos coinciden en la calidad
En la presentación de los datos, Asaja-Cádiz ha invitado a todas las cooperativas cerealistas de la provincia .
Desde la Cooperativa de Villamartín prevén una campaña con una media y calidad buenas aunque se muestra muy preocupado por el precio que van a alcanzar los cereales en el mercado, «los costes han sido elevados y hacen falta unos precios altos para que compensen al agricultor».
El presidente de la Cooperativa San Dionisio, José Antonio Vega, considera que la calidad será superior y que la producción estará por encima de la media. El precio del trigo duro, en cambio, “se verá limitado por los costes”. Añade que ya se han puesto en contacto con la industria y, “si los precios no suben, podemos hablar del fin del trigo duro en la provincia”.
Desde la Cooperativa de Arcos, el presidente, Pedro Rodríguez, ha coincidido en estas valoraciones. Además ha subrayado que el problema de los precios hace la situación “insostenible” y la consecuencia posible, es a su juicio, el abandono de los trigos duros por parte de los agricultores.
Finalmente, Marina de Alba, gerente de la Cooperativa de Conil, ha explicado que en su zona la siembra ha sido más tardía y las lluvias de febrero, “vinieron muy bien al cultivo”. También coincide en que el problema de fondo de los cereales es el precio de mercado. Por ello, habló de la posibilidad de cambio a otros cultivos, aunque en su zona se ven más limitados por la incidencia del levante.