ASAJA de Castilla-La Mancha ha exigido que los precios que perciben los agricultores por su uva contemplen los costes de producción para evitar que, como en años anteriores, los viticultores reciban por su uva en torno a un 20% por debajo de lo que les cuesta producirla.
Según la organización agraria, las primeras previsiones de producción en esta región apuntan a que será entre un 15 y un 20% menor a la de la cosecha pasada, algo que, en opinión de ASAJA, debería reflejarse a la hora de establecer los precios de la uva.
En este sentido, ha añadido que la reducción de cosecha no será tan acusada en otras regiones, por lo que ha pedido a las Administraciones competentes que refuercen los controles para evitar que se introduzca irregularmente uva de otras zonas a la región u otras prácticas inadecuadas, ya que también provocaría un abaratamiento de los precios y una tergiversación de la realidad.
Tras comparar los precios medios de las cooperativas y grupos bodegueros -que ya han pagado las uvas de la campaña 2019/2020- con las del estudio de costes de producción realizado por ASAJA en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha, la organización ha constatado que los viticultores perdieron dinero.
Pone de ejemplo que la variedad blanca Airén en regadío en la Denominación de Origen Mancha tiene un coste de producción de 0,20 euros/kilogrado, sin embargo, el precio medio que recibieron los agricultores ha sido de 0,16 euros/kilogrado; lo mismo ocurrió en el caso del Tempranillo en regadío en la Denominación de Origen Mancha, que tiene un coste de producción de 0,22 euros/kilogrado, mientras que el precio medio percibido por los viticultores ha sido de 0,21 euros/kilogrado.
Ante el inicio de la campaña de vendimia, la organización agraria ha recordado que para que se cumpla la Ley de la cadena alimentaria el precio debería contemplar los costes de producción, independientemente de cuál sea el destino de la uva.
Estudio de costes de la uva
Por otro lado, la organización ha criticado que todavía no se haya terminado ni presentado el estudio de costes de la uva en el que estaba trabajando la Interprofesional del Vino de España (OIVE), por lo que ha urgido a la Consejería de Agricultura a que apoye a los agricultores castellano-manchegos como lo hacen otras Administraciones regionales, como en La Rioja, donde se reconoce y difunde información detallada sobre los costes de producción de la uva y otros productos agrarios, además de otros datos de interés.
«Mientras la OIVE ralentiza la publicación del estudio, lo que hace suponer que prevalecen los intereses de ciertos grupos frente a los de los productores, es urgente que la Consejería actualice los datos de los costes y los difunda, ya que es un instrumento que aporta transparencia y equilibrio entre todos los eslabones de la cadena y facilita la toma de decisiones adecuadas en la gestión empresarial de las explotaciones», ha concluido.