La cosecha de cereales de otoño-invierno de este año se reducirá en un 50% respecto a la del pasado, con lo que rondará los 9,5 millones de toneladas, según las previsiones de ASAJA, que no tienen en cuenta las lluvias que se están registrando estos días.
Aunque la superficie sembrada es muy similar a la del año pasado, la producción será mucho más corta debido a la sequía.
La caída oscila entre la merma del 15% que se estima en Cataluña hasta descensos de entre el 80 y el 100% en las zonas más perjudicadas de Palencia, Valladolid, Avila, Badajoz, Toledo y Navarra.
En Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid, Aragón y el resto de Castilla y León las pérdidas van del 30% al 70%, dependiendo de las comarcas. En Andalucía se sitúan entre el 15% y el 30%.
Según la organización, las lluvias registradas en los últimos días han sido muy desiguales debido a su carácter tormentoso y en la mayoría de los casos de escaso volumen, por lo que su incidencia en la evolución de los cultivos solo es importante en la mitad sur peninsular.
El pronóstico para las próximas tres semanas es de ausencia de precipitaciones significativas y temperaturas más altas de lo normal para estas fechas, por lo que la situación podría agravarse aún más.
ASAJA ha recordado que el índice de aseguramiento en los cereales de invierno apenas llega al 40% y ha pedido al Ministerio de Agricultura la revisión de las condiciones de aseguramiento, especialmente en aquellas zonas donde la contratación es baja.
También ha pedido a Agroseguro que acelere al máximo las tareas de peritación de los cultivos afectados y el pago de las indemnizaciones.