Asturias Ganadera denuncia la «inoperancia» del Principado con los daños de la fauna salvaje

La asociación Asturias Ganadera ha denunciado la «inoperancia» del Principado de Asturias en todo lo relacionado con los daños de la fauna salvaje a las ganaderías, y en particular, del lobo. Según ha explicado, al margen de las diferencias en el índice de daños, muy variable según el concejo y el monte que se analice, la situación general continúa la senda del descontrol de los últimos decenios.

«Seguimos con daños insoportables en algunas áreas de Asturias, como en Amieva, sin que se actúe o actuando mínimamente y sin eficacia», ha detallado la asociación, que también ha mencionado los daños «muy altos» en zonas donde presuntamente el lobo no habita (las áreas “libres de lobo” de El Cuera, o algunos concejos de El Caudal) y «los destrozos en la reciella que obligan a bajar del monte a las ovejas y cabras, tan importantes en el equilibrio ecológico de los puertos».

La asociación ha denunciado que siguen con un índice bajísimo de daños reconocidos respecto a los daños reales (entre el 20 y el 25% según estudios internos entre los socios). «A veces llegan los pagos por los daños en dos o tres meses, sí, pero seguimos con daños sin cobrar desde hace de catorce meses a dos años en Llanes, Quirós, Teverga, Aller…, algunos de ellos múltiples». Esto ocurre cada vez con más frecuencia también en los daños del oso.

«El sistema parece diseñado para generar confusión entre los afectados»

Otros de los puntos que han abordado han sido los pagos a ganaderos que tienen muchos daños acumulados «que son un desconcierto». Según la asociación, el sistema parece diseñado para generar confusión entre los afectados ya que no hay referencias a qué daños se están compensando, figurando una cantidad sin más especificaciones, sin el número de expediente del que se trata, el número de animales, su identificación, etc.

En este sentido, la asociación ha asegurado que están constatando últimamente que exigen papeles que antes no se pedían para tramitar el pago de los daños, en concreto la licencia de pastos. «Todo para que haya más gente que se quede en el camino de la siempre farragosa de por sí burocracia asturiana».

También ha explicado que cuando se acumula un daño importante y por fin es abonado por la Consejería, en ocasiones sube injustamente la valoración de Hacienda, que aplica un porcentaje mayor de impuestos «por el pecado de haber perdido un patrimonio personal por culpa de la Administración, por haber acumulados daños diversos por culpa de la Administración y recibirlo tarde por culpa de la Administración».

«El Sr. Consejero evita recibirnos en persona, si bien nos derivó en dos ocasiones a sus directores generales. Pero trató directamente con organizaciones deslegitimadas por la ausencia de elecciones agrarias (las últimas fueron hace 18 años…) y que la hemeroteca demuestra que son casi inoperantes. Sabemos que la solución al problema de la coexistencia de la ganadería extensiva y la fauna salvaje pasa por una reforma de la Ley de Caza», ha concluido.

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