Las restricciones del tráfico en el canal de Panamá debido a la sequía tendrán repercusiones en los intercambios mundiales de cereales y de fruta, según un reciente estudio del banco holandés Rabobank.
La autoridad que gestiona el canal anunciaba a finales de agosto que el acceso al mismo se reduciría durante un año debido a la falta de lluvias y al fenómeno El Niño, a menos que en septiembre llueva lo suficiente como para recuperar las reservas en los lagos que abastecen al canal y a la mitad de la población de Panamá.
Esta situación supondrá restricciones en las reservas de paso, plazos más largos y costes más elevados.
Perú será la primera víctima: la exportación de arándanos comienza en septiembre y el pico de salidas se produce en los meses de octubre, noviembre y diciembre.
Las exportaciones de las demás frutas (mangos, uvas y cítricos) se generalizan en enero. También se verán afectadas las exportaciones de cereales de Estados Unidos a Asia (más del 26% de su soja y del 17% de su maíz pasan por el canal). “Si la situación empeora para octubre, Brasil podría encontrar oportunidades en Asia”.