La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha criticado el proyecto de texto que prevé presentar la Comisión Europea en la próxima reunión del Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (SCoPAFF). Pretende aumentar de 0,01 a 0,09 mg/kg la tolerancia de importación del Triciclazol, a pesar de tratarse de una sustancia cuyo uso está prohibido para los agricultores de la Unión Europea.
La organización ha explicado que, según ha avanzado el COPA-COGECA, Bruselas plantea multiplicar hasta por nueve el umbral de tolerancia de esta sustancia para favorecer la entrada de más cargamentos de arroz procedentes de Asia, especialmente de la India, que acumulan interceptaciones en las fronteras europeas por exceder dicho límite.
La organización presidida por Cristóbal Aguado ha advertido que esta propuesta «es incoherente, absurda, inmoral y nos aleja aún más de la reciprocidad o de las cláusulas espejo». Por ello, ha reclamado al Gobierno central que vote en contra de este punto del SCoPAFF y que redoble esfuerzos para tratar de ganar apoyos de manera que se consiga finalmente una mayoría negativa entre los Estados miembros.
De hecho, AVA-ASAJA ha enviado cartas al ministro de Agricultura, Luis Planas, al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, a la consellera de Agricultura, Isaura Navarro, y a los europarlamentarios españoles con competencias en agricultura, seguridad alimentaria y comercio internacional para que acometan las gestiones necesarias, dentro de sus responsabilidades, dirigidas a lograr la máxima oposición frente a esta iniciativa comunitaria.
Sustancia prohibida en la UE
La organización ha recordado que el Triciclazol es una materia activa fitosanitaria que, tras varias autorizaciones excepcionales, actualmente tiene prohibido su uso en la agricultura europea. «Al tratarse de una sustancia que no se halla bajo la protección de una patente, ninguna empresa está dispuesta a acometer una inversión millonaria en acreditar que no resulta perjudicial para la salud humana y el medio ambiente y, por culpa de lo enrevesada que está hecha la legislación, y no por evidencias científicas, su empleo ha sido suprimido en la UE», recoge la organización.
El Triciclazol es esencial para el control de la principal enfermedad del cultivo del arroz, pyricularia oryzae. Desde su prohibición, los arroceros valencianos solo disponen de dos sustancias autorizadas, de manera que la pyricularia ya ha generado importantes resistencias: solo en la variedad bomba, el último año provocó una merma del 50% de la producción en el parque natural de La Albufera.
«Siendo el Triciclazol una sustancia que no debería estar prohibida en la UE debido a la ausencia de alternativas suficientemente eficaces y a las dudas no esclarecidas sobre su supuesto impacto medioambiental, además no tendría sentido que las propias instituciones europeas decidieran ampliar la tolerancia del Triciclazol a las importaciones foráneas que se consumen en Europa. El mercado debe tener las mismas reglas de juego para todos: o todos pueden usarlo o nadie puede usarlo. Lo contrario resta competitividad a los productores y supone un fraude para los consumidores», alerta AVA-ASAJA.