Mientras la atención ha estado dirigida todo este tiempo hacia la crisis sanitaria del Coronavirus, el lobo ha campado y campa a sus anchas por tierras abulenses según denuncia la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila. En la última semana la organización agraria tiene constancia de nuevos ataques al ganado: un becerro muerto en el término municipal de Sotalvo, otro en Hoyos del Espino y tres terneros más en Hoyos del Collado.
Según la organización agraria, mientras las administraciones miran hacia otro lado, el lobo cría y campa a sus anchas por la provincia de Ávila, matando el ganado y acabando con las ilusiones y prácticamente la única actividad económica en muchas zonas de la provincia. Las administraciones y los responsables políticos con su inacción vienen dejando sin lugar a confusión que prefieren tener lobos a que haya ganaderos, lo hechos así lo ponen de manifiesto. Ni se controla la población de lobos, ni se pagan las pérdidas reales, ni lo poco que se abona se hace con prontitud, ni aún se han actualizado los baremos de indemnización tal y como se comprometió la administración regional con ASAJA y resto de OPAS hace ya cerca de un año.
Además, la Junta de Castilla y León se opone por sistema en vía administrativa a las reclamaciones de daño patrimonial que los ganaderos les formula reclamando que se les abonen todos los perjuicios económicos que el lobo causa en sus explotaciones, forzando a los perjudicados a recurrir a la vía judicial para que la administración les pague los daños una vez que se ve obligada por la justicia. ¿Por qué actúa así la administración? se pregunta ASAJA.
ASAJA urge a los responsables políticos a solucionar el problema y controlar la población de lobos en la provincia de Ávila, que se abonen las compensaciones económicas adeudadas a los ganaderos, publicar la actualización de los baremos de indemnización acordada con las organizaciones profesionales agrarias de Castilla y León, y a que no obliguen a los ganaderos a recurrir a la vía judicial aceptando en vía administrativa las justas reclamaciones de daño patrimonial que los perjudicados plantean.
Por otro lado ASAJA se pregunta que, mientras este problema no deja de crecer, qué hacen los procuradores abulenses en las Cortes de Castilla y León, pues no se les ve preocupación o iniciativa alguna en la cámara regional que busque dar soluciones a los ganaderos ni con el lobo ni con el acotamiento sistemático de los pastos tras los incendios que obstaculizan el cobro de las ayudas PAC y el relevo generacional. No es de recibo.