¿Se puede denegar una ayuda al bienestar animal por tener dos especies en la explotación?

El `Consultorio de la PAC´, con Francisco Martínez Arroyo, consejero de Agricultura de la Junta de Castilla-La Mancha

El último `Consultorio de la PAC´corrió a cargo de Francisco Martínez Arroyo, consejero de Agricultura de la Junta de Castilla-La Mancha, que continuó dando respuesta a las dudas de los oyentes de AGROPOPULAR -en la emisión del 25 de mayo-. Laura Martín, ganadera de cabras y trashumante en la Sierra del Segura, en un pueblo de Albacete, explicó que había solicitado dos ayudas: una de bienestar animal y otra a la ganadería de alta montaña.

La ayuda de bienestar animal se la denegaron «con el argumento de que en la explotación hay un burro -que está debidamente autorizado-, pero, según dicen, no puede haber dos especies. No entiendo cómo una ayuda de bienestar animal puede denegarse por este motivo, pues creo que no interfiere en nada al bienestar animal (aparte de que siempre se han utilizado las caballerías para el transporte y ayuda de los ganaderos)».

Según el consejero, la ayuda de bienestar animal no se deniega por tener dos especies, este es solo uno de los criterios de priorización que en su momento se estableció para conceder las ayudas. Las ayudas de bienestar animal son únicas en España, recordó. «Es una ayuda para pequeños rumiantes, ovino y caprino, para el bienestar animal pero, sobre todo, para ayudar a los ganaderos que tienen estos animales».

Según Martínez Arroyo, «a la vista del éxito que ha tenido la ayuda lo que estamos planteándonos es sacar otra nueva convocatoria el año próximo para recoger a los ganaderos que no pudieron entrar en esta convocatoria por falta de fondos».

Además, «estamos intentando con la CE cambiar este criterio en el que no se prioriza a los que tienen más de una especie».

Ayudas a la ganadería de alta montaña

Por otro lado, la oyente apuntó que en la solicitud de la Ayuda a zonas de montaña y zonas con limitaciones naturales diferencian dos tipos de ganadería, la que está en las llanuras y la que está en la montaña (ésta última con un nivel de ayuda algo superior).

Para su sorpresa, les consideran de llanura, cuando están en plena sierra y «al reclamar esta cuestión se nos argumenta que es para personas físicas o para determinadas sociedades; es decir, a una SCL sí la consideran de montaña y a una SAT, que es nuestro caso, no. Tampoco entiendo este argumento, porque la diferenciación entre llanura y montaña no creo que dependa del tipo de sociedad que se tenga».

Según el experto en PAC de AGROPOPULAR, las zonas de montaña hacen incurrir a los ganaderos en unos costes adicionales y disminuyen los ingresos, por ello, se calculan una serie de ayudas. Lo mismo sucede con los municipios que están en zonas con limitación natural. «Esta clasificación de municipios se estableció basándose en unos criterios físicos, fue una obligación que estableció en su momento la CE en todas las regiones al inicio de la programación».

Una vez se cumplen los requisitos de admisibilidad del beneficiario en estas ayudas (que en caso de ser unas persona jurídica debe ser una cooperativa o una SAT con calificación de explotación prioritaria, cumplir el requisito de carga ganadera y de superficies declaradas), se calcula el importe de la ayuda basándose en la ubicación de las parcelas de la explotación. En caso de que la ubicación sea mixta, se comienza el cálculo por las superficies de montaña, «ya que es lo que más beneficia al titular».

Escucha a continuación la segunda respuesta del Consultorio de la PAC (AGROPOPULAR, 25 de mayo de 2019)

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