El Gobierno de Castilla-La Mancha defenderá los intereses de los olivicultores y de la superficie de olivar de bajo rendimiento a través de una ayuda acoplada en la futura Política Agraria Común (PAC).
El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural en funciones, Francisco Martínez Arroyo, lo anunciaba el 4 de julio. Según él, hay 80.000 familias en la región que son propietarias de olivos de esta tipología y dependen de ellos.
Esta ayuda específica se va a solicitar, negociar y trabajar desde el Ejecutivo regional de cara a la próxima PAC, ha explicado el consejero, quien también ha argumentado que «en una región con 80.000 kilómetros cuadrados, más de 20.000, una cuarta parte, son cultivos leñosos, y una parte muy importante de esta superficie está ocupada por cultivos de olivar, viñedo, almendro, pistacho y frutales, en menor medida».
Los agricultores están apostando cada vez más por los cultivos leñosos, «que obviamente necesitan de agua y sin ella tienen dificultades para que sean rentables«, ha señalado Martínez Arroyo, que también ha destacado la importancia de estos cultivos para la conservación del paisaje y del medio ambiente.
El consejero en funciones ha hecho estas afirmaciones durante la inauguración de la jornada `Perspectivas de futuro del olivar en Castilla-La Mancha´, que se ha celebrado en el marco de la Feria Nacional de Campo (Fercam) de Manzanares (Ciudad Real), organizada por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).
Campaña de aceite
Durante su intervención, Martínez Arroyo también se ha referido a la elevada producción de aceite que este año se ha registrado en la región, que «ha batido el récord», al alcanzar 180.000 toneladas.
A la vista de este dato, ha abogado por apostar por procesos de integración comercial, agrupaciones de productores o entidades prioritarias interregionales para concentrar la oferta y ha resaltado el visto bueno que se acaba de dar a la constitución de una agrupación de productores entre dos empresas de la región.
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