Los productores españoles de azúcar se han mostrado confiados en que el Gobierno finalmente no apruebe la creación de un impuesto sobre las bebidas azucaradas.
Tras participar en una reunión conjunta con la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, los diferentes representantes del sector azucarero han admitido salir «moderadamente optimistas».
El presidente de la Asociación de Fabricantes de Azúcar de España, Juan Luis Rivero, ha asegurado que la ministra les ha mostrado su apoyo y les ha comunicado que por el momento «la situación es muy preliminar», ya que ni siquiera existe un borrador donde se definan las características de este nuevo gravamen.
Cabe recordar que el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, avanzó a finales de noviembre que esperaba recaudar a través de esta vía 200 millones de euros en 2017.
El presidente de la Sociedad Cooperativa General Agropecuaria (ACOR), Carlos Rico, ha reconocido que tras su reunión con García Tejerina ve «más alejada» la posibilidad de que se acabe aprobando este impuesto.
«Se está demonizando un producto que, consumido en su justa medida, es saludable
Por su parte, el presidente de ASAJA Castilla y León, Donaciano Dujo, avanzó que los representantes del sector azucarero español también mantendrán reuniones con otros partidos políticos para transmitirles su oposición a esta nueva tasa.
Dujo recordó que el propio presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera (PP), rechaza este gravamen algo que, a su juicio, «no es baladí» y puede provocar que Montoro tenga «que dar marcha atrás».
«Si fuera una cuestión de la salud, tendría que haberse pronunciado el Ministerio de Sanidad» y no el de Hacienda
El presidente de COAG Murcia, Miguel Padilla, ha insistido en la necesidad de no «demonizar» un producto como el azúcar y ha advertido de que no sería posible iniciar campañas de sensibilización para moderar su consumo una vez aprobada la nueva tasa. A su juicio, un gravamen de estas características «abriría la puerta» a otros impuestos sobre productos alimentarios.
Por su parte, el secretario de Relaciones Institucionales de UPA, Domiciano Pastor, ha alertado del impacto que un impuesto a los refrescos tendría sobre el sector en términos de imagen y reputación. A eso se suma el perjuicio económico que causaría a los productores un hipotético descenso del consumo.