El Parlamento catalán aprobó el 22 de marzo la ley de acompañamiento de los Presupuestos 2017, una ley de medidas fiscales, administrativas, financieras y del sector público, que incluye la creación del impuesto a las bebidas azucaradas envasadas.
Desde la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra) lo han calificado de “discriminatorio y regresivo” y han criticado que “solo afecta a algunos productos por contener un ingrediente que, sin embargo, está disponible en muchos otros alimentos que no serán gravados”.
Por su parte, la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) ha señalado que este tipo de medidas envían un mensaje negativo a la sociedad porque “retrae el consumo y afecta a la economía y al empleo”.
Asimismo, ha apuntado que este impuesto “crea inseguridad jurídica y quiebra la unidad de mercado, tan necesaria para garantizar la competitividad de la industria”.