Los azúcares añadidos tendrán que aparecer de forma específica en las etiquetas de todos los alimentos empaquetados vendidos en Estados Unidos debido a unas modificaciones anunciadas el viernes por la primera dama de este país, Michelle Obama, y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Los cambios de la normativa afectan a cerca de 800.000 productos, cuya etiqueta no había cambiado significativamente desde hacía 20 años.
Aunque las compañías ya estaban obligadas a indicar detalles sobre la cantidad total de azúcar de un producto, a partir de ahora tendrán que especificar si los azúcares son blancos o morenos si son azúcares añadidos o provienen del jarabe de maíz, un edulcorante líquido y que algunos grupos relacionan con la obesidad. Con esta medida pretenden combatir la obesidad, la diabetes y las enfermedades del corazón .
Por lo tanto, las etiquetas de todos los alimentos empaquetados deberán incluir la cantidad de azúcares que se le han añadido durante su procesado y, además, será necesario que la etiqueta resalte datos clave, como las calorías y las porciones que se incluyen en cada envase.
Los productores de comida tendrán dos años para adaptarse a las nuevas etiquetas y las empresas con una venta anual menor a 10 millones de dólares tendrán un año más para cumplir con los requisitos, según apuntó la FDA.
Según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), en Estados Unidos, más de un tercio de los adultos y aproximadamente el 17 % de las personas entre 2 y 19 años son obesos.