En su informe del mes de septiembre el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) revisó a la baja en 3,2 millones de toneladas su previsión anterior sobre producción mundial de cereales 2024/25, que sitúa ahora en 2.299,3 millones de toneladas.
En concreto, en el caso de los cereales secundarios el USDA ha revisado a la baja la producción mundial en 1,8 millones de toneladas, con lo que se espera una cosecha de 1.502,4 millones de toneladas, (frente a los 1.499 millones de toneladas de la campaña 2023/2024). La Unión Europea es la responsable de este descenso, ya que se estima una producción de 138,4 millones de toneladas, 2,1 millones de toneladas menos que en el informe del mes pasado. Asimismo, el USDA también ha reducido su previsión de cosecha de cereales secundarios para Rusia en 600.000 toneladas (36,98 millones de toneladas).
También hay que destacar que dentro de los cereales secundarios el USDA ha revisado al alza la cosecha mundial de sorgo hasta 62,1 millones de toneladas, es decir, 1 millón de toneladas más. La de cebada disminuye 700.000 toneladas, situándose en 144,3 millones de toneladas y la de avena también baja 260.000 toneladas y alcanza los 21,8 millones de toneladas. En cuanto al maíz, el USDA ha revisado a la baja en 1,2 millones de toneladas su previsión anterior, con lo que ahora apunta a 1.218,5 millones de toneladas.
Menos trigo
En lo que respecta al trigo, el USDA espera que se alcancen los 796,8 millones de toneladas (1,4 millones de toneladas menos que lo previsto en agosto), frente a los 790,5 millones de toneladas de la campaña 2023/24. En la Unión Europea, el USDA prevé una producción de cereales secundarios de 124 millones de toneladas, es decir, 4 toneladas menos que en el mes de agosto. Sin embargo, sube en Australia 2 millones de toneladas, situándose en 32 millones de toneladas.
Consumos y stocks
En lo que respecta a los consumos, el USDA prevé un aumento del uso de cereales secundarios de 1,9 millones de toneladas respecto a la previsión de agosto, con lo que se situaría en 1.508 millones de toneladas. El uso de trigo también aumenta 880.000 toneladas, alcanzado los 804,9 millones de toneladas.
Por último, los stocks finales de cereales secundarios bajan 1,9 millones de toneladas y los de trigo suben 600.000 toneladas.
