Este martes -1 de agosto- entró en vigor en el Reino Unido un nuevo sistema de impuestos a las bebidas alcohólicas, que las grava en función de su graduación. No obstante, contempla descuentos para los pequeños productores y las consumiciones de barril.
El pasado marzo el Gobierno conservador anunció en su presupuesto del Estado este cambio en la manera de calcular la tasa sobre el alcohol, que había estado congelada desde finales de 2020 y ahora se vuelve a subir un 10,1 %, en línea con la inflación.
La tasa sobre bebidas alcohólicas se vuelve a subir un 10,1%, en línea con la inflación
En el caso de la cerveza y la sidra de barril, el Ejecutivo ha aumentado el descuento sobre esa carga fiscal, que pasa del 5 al 9,2 %, para promover el consumo en los «pubs» y ayudar a la hostelería. También se incrementa el descuento, de un 20 a un 23 %, para ciertos tipos de vino y licores de producción limitada.
En el caso de la cerveza y la sidra de barril, el Ejecutivo ha aumentado el descuento sobre esa carga fiscal, que pasa del 5 al 9,2 %
El resto de productos alcohólicos, como otros vinos, cerveza o sidra de botella, ginebras, whisky o vodka, serán gravados en función de su volumen de alcohol, además de añadirse después a todos el impuesto sobre el valor añadido (VAT).
De acuerdo con el nuevo sistema, las bebidas con una proporción de alcohol por volumen inferior al 3,5 % serán gravadas en menor grado que las de más de un 8,5 %.
Según el listado oficial, «el impuesto sobre los productos alcohólicos de al menos el 8,5 %, pero que no excedan el 22 % de alcohol por volumen» serán gravados con 28,50 libras (unos 33 euros) por litro de alcohol.
Los que excedan el 22 % tendrán un gravamen de 31,64 libras (36,94 euros) por litro de alcohol en el producto, según detalla el listado gubernamental.
La revisión del impuesto sobre el alcohol, dirigido también a incentivar un consumo moderado, se concluirá con un segundo ajuste en febrero de 2025, que ampliará la escala de niveles impositivos según el contenido alcohólico.
