Cada especie necesita normas específicas de bienestar animal

Según un estudio del Parlamento Europeo

Según un estudio del Parlamento Europeo, los operadores del sector ganadero esperan que la revisión de la normativa europea sobre bienestar animal que está en marcha establezca criterios específicos para cada especie en lugar de grandes orientaciones comunes.

El servicio de investigación del Parlamento Europeo presentó hace unos días a los eurodiputados de la Comisión de Agricultura (Comagri) un estudio en el que confirma que los distintos operadores del sector ganadero y otras partes implicadas (ganaderos, transformadores pero también ONG) consideran la legislación vigente inadecuada, ya que es, al mismo tiempo, demasiado imprecisa y rígida.

Cinco directivas forman actualmente la reglamentación en esta materia: una general relativa a todas las especies de animales de granja y cuatro específicas para cerdos, terneros, pollos de carne y gallinas ponedoras.

La Comisión Europea ha iniciado una revisión de todos estos textos y presentará una propuesta en 2023 sobre la base de un análisis de impacto. Además, los ministros de Agricultura de los 27 pidieron en diciembre de 2020 a Bruselas que preparase un dispositivo europeo armonizado de etiquetado voluntario del bienestar animal para valorizar las prácticas que vayan más allá de las exigencias reglamentarias de base. Antes de fin de año podrían presentarse propuestas legislativas en la materia.

Reglas específicas en lugar de comunes

La reglamentación actual se describe con frecuencia como no suficientemente precisa y que deja demasiado margen de maniobra a los Estados miembros para especificar numerosas exigencias y controlarlas.

El servicio de investigación del Parlamento ha constatado que la falta de medidas de protección específicas para ciertas especies es uno de los grandes problemas, en particular en el caso de las vacas lecheras, los conejos, los corderos o los pavos. Los operadores esperan un enfoque específico para cada especie más que un enfoque común.

Las directivas específicas son las que han permitido lograr los cambios estructurales más importantes

Por otro lado, son las directivas específicas vigentes las que han permitido lograr los cambios estructurales más importantes, tanto para las gallinas ponedoras como para los cerdos y los terneros.

Por el contrario, la mayoría de los implicados (salvo las ONG) se pronuncian a favor de establecer un dispositivo europeo voluntario, y no obligatorio, de etiquetado del bienestar animal.

Adoptar reglas obligatorias podría ciertamente garantizar condiciones de competencia más equitativas en el mercado europeo, pero también podrían desincentivar, e incluso impedir, las iniciativas privadas orientadas a la diferenciación de los productos como estrategia comercial. También en este caso, una mayoría defiende un dispositivo de etiquetado específico por especie que cubra todas las etapas de la vida del animal.

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