La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) considera que hay margen para mejorar los estándares de bienestar en el sacrificio de ovejas y cabras en sus explotaciones.
La AESA ha elaborado un nuevo dictamen en el que identifica problemas de bienestar «si no se aturden eficazmente» ya que puede generar un «dolor intenso y miedo durante su sacrificio».
La Autoridad recuerda que, fuera de los mataderos, los animales pueden ser sacrificados con fines distintos del consumo humano si, por ejemplo, son improductivos, lesionados o enfermos terminales. También pueden ser sacrificados a gran escala para el control de enfermedades o la gestión de catástrofes.
La AESA identifica problemas de bienestar «si no se aturden eficazmente» ya que puede generar un «dolor intenso y miedo durante su sacrificio»
En la primera fase del proceso, los animales son manipulados y trasladados al lugar de matanza y, en la segunda fase, son sujetados y sacrificados.
Los expertos de la AESA han señalado que ambos pasos pueden dar lugar a problemas de bienestar y subrayaron la necesidad de aturdir adecuadamente a los animales «para que no recuperen la conciencia antes de matarlos».
También lanzaron una serie de recomendaciones sobre el uso correcto de los métodos de sacrificio para minimizar el dolor y el miedo.